El corzo (Capreolus capreolus)

Es el más pequeño de los cérvidos españoles. La alzada al hombro es de unos 75cm, siendo menores las hembras. El peso suele estar alrededor de los 25 kilogramos. El pelaje es marrón rojizo durante el verano y grisáceo durante el invierno. La cola es casi inexistente. Posee pequeñas astas muy rectas con una base protuberante y solo tres ramas.

Tira la cuerna, frotándose en el tronco de árboles y arbustos a finales de octubre y salen los nuevos cuernos entre enero y febrero envueltos en una especie de terciopelo, llamado correal. Sus extremidades son finas y largas.

El corzo prefiere zonas boscosas con algunos claros y prados donde alimentarse, cada uno tiene su territorio. Los machos viejos suelen ser solitarios. Es nocturno y cuando llega la noche sale a los pastos y sembrados para alimentarse. Los machos delimitan sus territorios mediante la secreción de las glándulas frontales, anales y también con la orina. La brama tiene lugar desde julio hasta comienzos de septiembre. Las hembras tienen de una a tres crías, después de unos cinco meses de gestación.

Este herbívoro fundamentalmente ramoneador, se alimenta de las hojas y brotes de las especies arbóreas y arbustivas que encuentra en su zona de distribución. La zarza, el rebollo, el haya, el madroño, la jara, el quejigo o el espino albar forman su dieta. Otra parte la obtiene de plantas herbáceas no arbustivas, sobre todo en primavera y por último complementa su alimentación en los cultivos, ya sean de cereales, de esparceta u otras plantas forrajeras.